Descrição
Los jardines han sido siempre símbolos recurrentes de poetas y toda suerte de escritores. Esa predilección especial por cantar o narrar las bellezas de un jardín ha conformado, desde la Antigüedad, un «topos» literario, una imagen tópica y ambivalente. Sin embargo, la imagen del jardín en la literatura es también un signo esclarecedor de una sociedad y de una cultura determinadas. La literatura es portadora de formas innovadoras y esa imagen tópica, ese «lugar común», no fue sólo un marco escénico o una metáfora lírica, sino una consciente propuesta estética en la mayor parte de ios escritores.